Por qué en Zorro vestimos de forma responsable (y por qué merece la pena esperar).
En Zorro creemos que la ropa debería contar historias: de quién la hace, de cómo se hizo y del impacto que deja. No hablamos solo de estética o tendencia; hablamos de decisiones conscientes. Nuestra hoja de ruta es sencilla pero ambiciosa: reducir al mínimo la huella ambiental en cada etapa del proceso, desde la fibra hasta que la prenda llega a tus manos. A continuación te explicamos con detalle cómo lo hacemos y por qué esas decisiones son beneficiosas para el planeta —y para el cliente— aunque, eso sí, puedan significar que tus pedidos tarden un poco más en llegar.
Menos etiquetas, menos residuos
Las etiquetas textiles y los accesorios de empaque parecen una nimiedad, pero multiplicadas por millones de prendas suponen una cantidad significativa de residuos: piezas no textiles, hilos, plásticos, pegamentos y pequeños colgantes que rara vez se reciclan. En Zorro evitamos esto a propósito: no usamos etiquetas innecesarias y reducimos al máximo los elementos extra. Cuando una etiqueta es imprescindible por normativa o por información de cuidado, optamos por la solución de menor impacto —por ejemplo, impresiones discretas en la propia tela o materiales reciclados y fáciles de separar— para que lo que cuelga de la prenda no acabe como residuo innecesario. Esta austeridad en detalles es una manera sencilla y directa de contaminar menos.
Algodón orgánico: la base de muchas de nuestras prendas
Gran parte de nuestras colecciones se confeccionan en algodón 100 % orgánico. El algodón orgánico se cultiva sin pesticidas sintéticos ni fertilizantes químicos agresivos, lo que favorece la biodiversidad y protege la salud de las personas que trabajan la tierra. Además, la fibra orgánica suele ofrecer un tacto más natural y una durabilidad que compensa su coste: prendas que duran más se sustituyen menos, y eso también reduce el impacto ambiental a lo largo del tiempo. En Zorro trabajamos con proveedores que comparten ese enfoque responsable para asegurar que las materias primas cumplen criterios de origen más respetuosos con el entorno.
Producción bajo demanda: producir solo lo necesario
Una de las decisiones centrales de Zorro es no mantener stock. No es una moda; es una postura contra la sobreproducción. Fabricar solo aquello que se ha vendido evita la creación de grandes volúmenes de stock que a menudo acaban en almacenes, liquidaciones o incluso en vertederos. La industria textil genera toneladas de excedentes cada año: fabricar bajo demanda reduce directamente esa ineficiencia. Además, este modelo nos permite ajustar tallajes, pedir pequeñas series cuando proceda y trabajar con talleres que optimizan sus recursos, lo que repercute en menos desperdicio de agua, energía y materiales.
Transparencia y control de calidad
Fabricar bajo encargo nos da margen para controlar cada unidad: realizamos inspecciones más rigurosas y solemos dedicar más tiempo a acabados, costuras y pruebas. El resultado es una prenda mejor hecha, que mantiene su forma y aspecto durante más tiempo. Esa mayor longevidad es parte del círculo virtuoso de la sostenibilidad: mejor prenda → uso prolongado → menor demanda de reemplazo.
Sí, puede tardar un poco más (y es una buena razón)
Como consecuencia de no producir por anticipado, las prendas pueden tardar algo más en llegar a casa. Lo explicamos con total claridad porque creemos que es un pequeño precio a pagar para evitar un impacto mayor: cada día de espera significa una prenda menos fabricada de forma innecesaria, menos recursos consumidos y una producción más alineada con la demanda real. Además, fabricar a demanda nos permite personalizar detalles, ajustar cantidades según la respuesta real del mercado y evitar la presión de fabricar en masa con atajos de calidad.
Embalaje y envío con sentido
Siendo coherentes con el resto, minimizamos embalajes y preferimos materiales reciclados o reciclables siempre que es posible. Evitamos el uso de plásticos prescindibles y optimizamos tamaños de envíos para reducir el espacio transportado —y con ello emisiones— por unidad. Cada gesto suma.
Cuidar lo que ya existe
La sostenibilidad también es prolongar la vida útil de la prenda: por eso en Zorro proporcionamos instrucciones de cuidado claras y prácticas, animamos a reparar en lugar de desechar y facilitamos información sobre reciclaje al final del ciclo de vida. Queremos que cada sudadera, camiseta o polo sea una pieza que acompañe mucho tiempo.
Elegir Zorro es optar por un enfoque distinto: menos ruido, menos prisa y más sentido. Si decides comprar con nosotros, no solo te llevas una prenda: participas en una cadena que prioriza personas y planeta por encima de la producción rápida y descontrolada. Y si tarda un poquito más en llegar, piensa que esa espera se traduce en menos desperdicio y una prenda hecha pensando en el futuro. Eso, para nosotros, merece la pena.